LA RODA DE ANDALUCÍA

Blog Cofrade

lunes, 19 de mayo de 2008

XXV ANIVERSARIO


Se cumplen 25 años que un grupo de jóvenes cofrades de nuestra hermandad tuvo la feliz idea de formar la cuadrilla de hermanos costaleros.

Siendo hermano mayor Enrique Borrego Blanco, convoca un cabildo en el cual había una propuesta muy especial. Ninguno de los presentes podíamos imaginar la repercusión que iba a tener dicha propuesta. Al principio y debido a la juventud de los que traían la petición hubo alguna que otra duda, pero pronto se disiparon y se les dio la confianza que ellos necesitaban. Recuerdo las palabras del hermano mayor, ya que fueron pocas pero creo que justas: "Habeis pensado bien la responsabilidad que vais a tener?". Uno le contestó que si lo hacían gente de fuera por dinero, porque nosotros que somo todos hermanos no vamos a ser capaces, y además por AMOR a nuestras Sagradas Imagenes. Este fue el punto de partida de la primera cuadrilla de hermanos costaleros. Yo que he tenido el gran honor de portar sobre mis hombros durante muchos años a las Imagenes que son el centro de mi vida, se me vienen a la cabeza muchísimos recuerdos y muy buenos momentos vividos bajo las trabajaderas. Aquella primera salida de rodillas. Era un gran reto para nosotros, pero una vez más se pudo demostrar que con fe, ilusión y amor todo es posible. Sólo me queda dar las gracias a todos aqellos que nos apoyaron en los momentos oportunos y a todos los buenos compañeros que compartimos todos los grandes y buenos momentos vividos. Alentar a las actuales y futuras cuadrillas que tengan la suerte de poder vivir esos ratos de hermandad como los que yo he vivido tantos años. Por eso sólo me queda desearles a todos mucha suerte y decirles "FELICIDADES POR VUESTRAS BODAS DE PLATA". Siempre estaré con vosotros.


Jose A. Torralba Garcia
Excostalero


Una de las locuras que más sorprende al forastero, es la que emprendemos cada año con la Semana Santa; cuando alrededor de la luna que cambia el invierno en primavera, el azahar revive los aromas y el pulso aligera el rumbo del deseo.